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José Marín Allué



COPAS VACÍAS

A cualquier hora brindo por ti. Transgredo tu ausencia. Perturbo la liturgia de tu boca posándose acoplada al vidrio de alhelí. Me ubico en mi rincón preferido: la comisura de tus labios. Y permanezco allí ensimismado. Esclarecido y parapetado. Detrás de la roca. Como polvo sedimentado que la lluvia después lo transmutó en barro. Y tiempo más tarde, la migración apresurada de la tormenta lo deyectó con estruendo en el olvido. Y la metamorfosis de tu silueta desdibujada lo llevó a devenir en lodo impreciso y volátil. Por lo que no llegamos a fundirnos tú y yo. Ni siquiera asirnos en un abrazo.
Entre tanto, voy rellenando tu copa y la mía con el vacío de ti. Y bebo sorbo a sorbo. Poco a poco. Toda de ti. Tu perfil y tu contorno. Te ingiero toda. Tu contenido y tu poso. La integridad de tus efluvios. A raudales. Como diluvios. Aferrado cual demiurgo a tu telúrica inexistencia, acaricio los jugos de tu periferia, extremidades y centro. Libando la corola de tu flor. Tu pistilo y estambres. Persistente y consuetudinario. Preterido. Dando por hecho que siempre fue así. Que habitualmente eres y fuiste bebida por mí. A veces, bebiéndote soterrado. Disperso o diluido. Otras, con frenesí.
Socavo, irreverente, el fondo de la copa y relamo hasta la última gota de tu halo. Bebo ciegamente tu mirada iridiscente y aterciopelada - sabor turquesa -, reivindicándote.
Por debajo, el posavasos, convulso, se agita conmoviéndome. Y siento tu hálito abanicándome, suavemente, como el chasquido de tu ósculo. Tu sobrevenida respiración y la armonía de su cadencia. Concebida y percibida. Su detección ya presencial.
E inusitadamente, envío un guiño de soslayo a mis pupilas para que suspiren por localizarte. Revocando mi vía perdida. Para identificar el sabor de tus ojos inencontrados. Degustar la emoción de tus lágrimas humedeciéndome.
Y bebo y sigo bebiendo. De tu copa y de la mía. De nuestras copas. Copas vacías. Hasta embriagarme de ti.

José Marín Allué.- Zaragoza/España. 25 de Septiembre/2017. Derechos reservados/Copyright.

DESAMOR

Auténticos y verdaderos estragos.
Con el propósito de sobrevivir a ellos, opté por invocar una conjura conmigo mismo. Para mitigar el devastador e irreversible desgarro que nos acaecía mutuamente. A causa de nuestro desamor. Y así fue como le pregunté a ella:
-" Si no me quiero yo, ¿por qué habrías de amarme tú? "
No sé. Pero en el fondo, yo diría que formular aquellas palabras entrañaba una expectativa subyacente de indisolubilidad. Un augurio de su inmanencia. Una profunda declaración de amor.

Autor: José Marín Allué.- Zaragoza/España. 28 de Mayo 2017.- Copyright.

"LA NOCHE y TÚ"

Que la noche te sea bella. Tú ya se lo resultas a ella. Que entres bien en su alma. Tú le deparas toda tu aura.
Ella te busca y te encuentra. Porque le encanta que sepas a menta.
Pero ten en cuenta que hay bellezas que matan. Y otras que vida dan. Y vida precisamente es lo que salí a buscar.
Yo también salgo a la noche, pero es para buscarte a ti. Y la noche me pregunta: ¿por qué no me buscas a mí? Y yo le respondo: Si ya te he encontrado. ¿Acaso no estás aquí? Pero eres demasiado oscura. Embadurnas como la tinta al ser que palpita dentro de mí. Noche, eres muy atractiva, pero yo la busco a ella. A la que tú eclipsas detrás de ti.
Y rodeándome con sus estrellas, la noche me envuelve en su abrazo rotundo, asegurándome: soy la mejor del mundo. No lo dudes ni un segundo. Puedo colmarte de caricias hasta saciarte. Conozco todos los secretos del amor. Domino toda clase de placer y sus pericias.
Y cogiéndome de la mano y de todo lo demás, me arrastra por todas sus intrincadas sendas. Y me adentra en lo más profundo de ella. Entrando y saliendo a través de todas sus aberturas y oquedades. Visitando impetuosamente cada uno de sus resquicios e intersticios. Subiendo y ascendiendo la curva erógena. Rebasando con mucho a la luna.
La noche se emplea a fondo, sacando toda su artillería. Relámpagos incluidos, recorriendo el cielo negro con simetría. La noche mueve sus caderas con maestría.
Tú y la noche. La noche y tú. Mi hallazgo y perdición. Mi asombro y decepción. Tú y mi corazón.
El firmamento propaga los alaridos de la noche. Y las estrellas se agitan en su cadencia rítmica con su más precisa intermitencia. Acompañándonos en cada espasmo: Negritud - Tú - Noche - Luz - Apagadas - Encendidas.
La noche con su coro fantasmagórico de estrellas. Oscilaciones y sacudidas sísmicas.
Como preludio al clímax, voy rubricando un introito, describiéndolo gráficamente en mis desesperadas convulsiones. Con cada movimiento de mi cuerpo escribo en el aire: E-P-I-T-A-F-I-O.
Qué extraña es tu caligrafía - Me retumba la noche en el oído, mordiéndomelo. Libidinosamente salvaje, me arranca un lóbulo de la oreja.
Y la noche junto con su secuaz comparsa de estrellas, todavía encendiendo y apagándose, me replican inquiriéndome estruendosamente : ¿EPITAFIO?...¿CUÁL?...
Y ya, en el último estertor, acabando conmigo, rujo como un león malherido, pronunciando tu nombre.

Autor: José Marín Allué.- Copyright.
Zaragoza/ESPAÑA 20 de Mayo/2017

BESOS PERDIDOS

Cuánto amor destilaban todos aquellos besos
que no me pudiste dar.
Porque ausente como estaba
nunca te supe encontrar.
Entrégaselos al viento
para que los ponga a volar
hacia otro amante que aparezca
y te llegue a embelesar.
Besa tus besos. Despídete,
porque se van.
Ellos, ahora, también se quieren emancipar.
Y pídele al viento
que los cuide en el trayecto.
No se vayan a extraviar.
Besos encomendados sólo para tutelar.
Y viento bien elegido
que no se los quiera quedar.
Que el viento se comporte.
No te vaya a traicionar.
Que se los lleve y que los quiera.
Pero que no se los quiera quedar.
Que capte bien el mensaje.
Que los tiene que entregar.
Que no se apropie de tus besos.
Que no sea uno de esos...
Que no los retenga consigo.
No los adentre en la mar.
Que no los engulla una ola.
No se te vayan a ahogar.
Porque un viento resentido
no los pudo enamorar.
Que tus besos son frágiles, pero intensos.
Besos que sólo saben amar.

Autor: José Marín Allué.- Zaragoza/España.
31 de Marzo del 2017.- Copyright.

DÉJAME SOÑAR

Déjame soñar
y pensar que vienes.
Déjame soñar
y creer que estás.
Déjame soñar
que mis sueños vuelan
como el rictus de un árbol
sobre el que un pajarillo
el concierto de sus trinos
se negó a estrenar.
El sueño consiste
en algo que no es
que de tanto y tanto soñarlo
lo miras y al fin lo ves.
Déjame soñar.
Mas si juntos
no vemos la misma luna
Si en la distancia
no conseguimos vibrar /Si el sabor a ti y a mí
no excita nuestro anhelante paladar
Si al amanecer tú me desechas...
Déjame... ...
Déjame soñar.

Autor: José Marín Allué.- Copyright.
Zaragoza / ESPAÑA.- 1 de Marzo de 2017

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