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María José Vidal Prado



Así, sin fuerza, sostener 
el cáliz de la vida, mirar
la sangre que no viene,
cómo se seca un río,
qué lejos está el mar.

COMUNIÓN

Los gorriones me respondieron.
Cuando pasó la gente con sus saludos fríos,
diciendo Feliz Año como quien apuñala,
vinieron los gorriones, se posaron
alrededor de mí, porque ellos saben
agradecer el pan.

SONETO POR ERROR

A veces puedo y no puedo,
a veces no sé quién soy.
Y el lugar a donde voy
no es nunca en el que me quedo.
Todo lo que te concedo
no es lo mismo que te doy.
Igual que ayer no fue hoy,
ni una mano es sólo un dedo.
Por saber tanto, no sé.
No sé qué será de ti
ni sé qué será de mí.
Por saber tanto, perdí
todo lo que no busqué.
Y pago lo que ignoré.

INTERMITENCIA

La bondad es extraña.
La ves en un lugar y de repente
ha desaparecido.
Se ha movido de sitio.
Pasa de dentro afuera,
de fuera adentro.
Cuando crees tenerla, no la tienes.
No sabes lo que es, aunque la reconoces.
Y no puedes correr tras ella,
sólo esperar ese momento
que es suyo.

DESPERTAR

Me desperté buscando agua.
Pero nada estaba en su sitio.
Oí un ruido, me escondí.
No era de día ni de noche.
No sé dónde estaba.
Me volví a despertar, caminé a tientas,
luché por el agua.
Había alguien en un espejo.
Me levanté, salí a la calle.
Sabía que era otra:
otra calle, otro yo,
otros todos.
Y caminé como quien sabe
que despierta de muchos sueños.

SU ALMA

Al fondo de la casa, en la cama del niño, 
el mundo deja de existir 
y su paz permite los sueños.
Allí quise escribir poemas,
pero me quedé sintiendo su alma.
Traducirla sería una traición.

CONCRETANDO

Nunca conocí al hombre abstracto,
ese que nace defectuoso,
con tendencia al asesinato.
Conocí a uno de mis abuelos,
estaba enfermo y siempre sonreía.
Al otro no lo conocí
porque murió en la guerra.
Conocí a mi padre,
que tenía una gran biblioteca
y era violento.
Conocí a mi hermano, cómplice de mi padre,
y a mi otro hermano, víctima de los dos.
Escapé del conflicto y encontré muchos hombres.
Recuerdo especialmente
a aquellos que me dieron el calor
que no me dio mi madre.
Ahora
dejo la palabra a mis hijos.

CONDENAS

Entonces me pregunto: ¿es necesario 
vivir en la crueldad? Constantemente, 
por una u otra causa, nos mordemos 
los pies, aunque nuestros caminos
son, por supuesto, rectos. 
Así que si votaste a ese partido 
y yo al otro 
tienes derecho a destruirme. 
Y si eres un hombre feminista 
y yo una mujer machista 
puedes matarme con razón. 
¿Os preguntáis por qué hablo con los cuervos 
y los gatos y no con los humanos? 
Es tan sólo por eso: 
ellos no tienen causas justas,
no me condenan.

LA LOTERÍA

Yo estaba muy tranquila antes de todo eso
Y tenía buenos propósitos
Y de repente el móvil se apagó
Me pedía la contraseña
La contraseña de la contraseña
Llamé a la compañía desde un teléfono prestado
Me habló una grabación
Y después de dos horas cogí un taxi
a un centro comercial que no conozco
Allí formatearon mi pasado
unos desconocidos
bajo las lucecitas
Y salí a fumar un cigarro
mientras ellos mataban
trescientos poemas
Recuerdo que no vi la Luna
sólo coches corriendo
maleteros con bolsas
No sé si hacía frío
la noche en que murieron mis poemas
Sé que había un sorteo
Era la lotería del infierno
Y nadie comprendió que me doliera tanto
Y fueron sólo 15 euros


GANAR O PERDER

Me empeñé en que las cosas no fueran como eran,
perdí muchas batallas pero no me rendí.
Quizás fueran molinos los que gigantes vi
y quizás los gigantes que no vi me vencieran.
El amor y el orgullo que de mí se apoderan
no movieron a otros, sólo yo me moví.
Así que en mis victorias realmente perdí
y solo mis derrotas tal vez triunfos fueran.
No supe ser mejor, no supe que las cosas
eran sencillamente como ellas mismas eran.
No supe que yo era solo una cosa más.
Pero mis intenciones, oh, fueron tan hermosas
que quizá alguna vez sin querer me quisieran
mientras yo quise algo que no alcancé jamás.

VICTORIA DEL FUTURO

El esqueleto me sostiene.
Pero dudó la carne, fue
para aquí y para allá.
Y dudaron los ojos, las esferas.
Y dudó el corazón, que se parece al tiempo,
con su sangre que va del pasado al futuro
y de pronto los mezcla, confundido,
niño en los brazos de la muerte.
Y dudaron los músculos. Jugaron,
bailaron, caminaron, por aquí, por allá,
según fuera la música.
El útero dudó
aunque trajo otras vidas
más libres, eso espero, del dolor.
El dolor no me importa.
Me ha dicho el esqueleto
la verdad mineral de las palabras
que no sabré decir cuando me muera.
Principio del formulario

SIN PARED

En mi casa no puedo
escribir, a no ser
cuando vuelvo del sueño y todavía
no veo la pared.
En la calle sí puedo
escribir, como el aire cuando corre.
A no ser que la gente
empiece a ser pared.
Sólo puedo escribir
si se abre una ventana
sin pared.

A MI HIJO, SIN FRONTERAS DE GÉNERO O DE NÚMERO

Andrés, no eres pequeño.
Dime, ¿qué significan
tres años, doce, veinte,
cincuenta?
Y los siglos puestos en pie
dime, ¿qué significan
ante tus ojos llenos de horizonte,
tu corazón lleno de fuego?
Toma el dinero, toma
por fin las llaves de mi casa,
y celebra la vida,
la libertad, el amor.
No te parí para ser mío,
sino para ser tuyo.
Ya vendrán otros a juzgarte
por tu edad, por tu sexo.
Si te regalo el mundo es porque es tuyo.

ELLA

De sus largos paisajes,
desde los que me hablaba,
¿volverá?
Tú ya no tienes tiempo
para mi espacio, dice
y se va.
Ella no puede ver
las murallas.
No soporta las horas.
Y me ve transcurrir entre los hombres.
Llora
y se va.

RESPUESTA DE LOS DIOSES

Cuando pido por otros a los dioses
me responden que mire por mí.
Dicen: aquel a quien amabas
te destrozó la vida.
Cuando les pido cosas, dicen:
recuerda que no somos superiores.
Dejar que el mal te mate
no es el bien.
Así que no les pido nada.
Miro el inmenso cielo,
los árboles de invierno y de verano,
miro un gato que tiembla,
un pájaro que huye,
un planeta que gira.
Sé de mi propio bien,
sé de mi propio mal.
Sé de mi propia vida,
sé de mi propia muerte.
Y no les pido nada
a quienes dieron todo.
Los dioses sólo dicen:
Escucha.

DE LO ESPIRITUAL EN MI MESILLA

A Jacobo Rabinowicz

Yo tenía un amigo judío que me hablaba de la cábala.
Yo tenía un amigo judío que murió del corazón.
No publicó poesía,
era demasiado poeta para negociar.
Se murió dentro de un Kandinsky.
No es broma, vive ahí.
Tengo un imán en la mesilla
con ese cuadro.
Y lo paseo sobre los objetos
y atrae a unos y a otros no.
En ese imán está su corazón,
mi brújula.

LA GUERRA SECRETA

Un poeta es esa tierra inhóspita
donde arroja semilla el enemigo
sin que se sepa nunca nada.
Un poeta es la grieta en la puerta cerrada
y a la vez el cerrojo
y a la vez ese musgo que señala hacia el norte
a donde nadie ha ido.
Cuando atacan los otros
es el poeta.
Es él también el que los echa.
Esa batalla no la narra nadie.
Ni siquiera lo saben los que viven
dentro de las ciudades.

TRANSMISIÓN

Soy un viejo aparato de radio
al fondo de una nave que se estrelló.
Transmito constantemente ondas,
capto señales.
No sé de dónde vienen ni sé si alguien me escucha.
Ellos murieron hace tiempo.
Yo quedé funcionando por un extraño azar,
mi materia es más fuerte
y todas estas ondas me hacen ser.
Escucho y repito.
No añado nada.
Escucho y vibro hacia ahí.
¿Estás?

NOVIEMBRE

A Luz

Y estaban otra vez entre nosotros,
empezando por los más recientes,
niños aún pequeños
en esa vida rara que es la muerte.
Niños aún pequeños, asustados
debajo del mantel donde ya comen
los muertos de hace siglos, entre risas,
hablando de nosotros, tan tontos para ellos.
Pero esos que acaban de llegar
donde todo es ceniza aún nos recuerdan
con todos los colores compartidos.
Y no saben por qué el vino ya no es rojo,
verdes las aceitunas ni grises las aceras.
Y tú y tú no sabes
por qué jamás será la una
y tengas que marcharte porque viene la guagua
tan esperanzadora y amarilla.
Y tú y tú y tú
no sabes todavía
ahora que las horas ya no existen
renegar de nosotros,
los vivos,
tan tontos que lloramos,
tan tontos que nos duele.
No sabes por qué no te duele nada,
niña en el reino extraño de la muerte,
con ojos que me miran todavía,
y ya no pueden verme.

SI NO ES

Si no es un camino será otro,
pero saldré.
Y si no puedo caminar
volaré.
Y si desaparezco
seré en ti.
Como el pequeño insecto
bajo la corteza del árbol,
como el llanto en el borde de la boca del niño,
como ese viento frío
que ahora te despeina
y miras a lo lejos la nieve de los montes.
Qué siglo es, qué día,
quién construyó las catedrales,
unió las águilas y vírgenes,
trazó puentes.
No preguntes los nombres.
Tú tampoco puedes detenerte.

PALABRA VELOZ

A veces las palabras corren tanto que se caen fuera de mi cabeza,
se desangran al pie de la muralla,
son palabras suicidas.
Me pregunto por qué no se han quedado,
no se han explicado despacio.
O si todo el mensaje es huir.

MOZART

Mozart habló en voz baja.
Una mosca bailaba en mi nariz
y yo le dije: vete,
aquí no hay ningún muerto.
Conozco a un hombre que tiene un diamante en el corazón.
En su latido he resucitado.
Mozart ya lo sabía.

LLAMÉ AL SOL CON LOS OJOS Y ME ACORDÉ DE NIETZSCHE

Llamé al sol con los ojos y me acordé de Nietzsche.
¿Qué es del no mirado, del no necesitado?
¿Para qué va a venir?
Soñé con un pequeño gato muerto
que en su interior llevaba
otro pequeño gato muerto.
Diez pasos más allá yacía su madre.
Llevaba en su interior la madre muerta.
Y cruzó un hombre en bicicleta.
Me dijo que la lucha era difícil.

LOS PROFETAS

No podía saber, cuando vinieron
los cuervos, que eran símbolo de muerte,
que traían tu amor.
No podía saberlo. Ellos sí lo sabían.
Lectores de las almas,
autores de la alquimia,
amigos de las brujas que veían
el futuro en presente.
No podía saberlo. Con sus alas quemadas
de cruzar el infierno que yo también crucé,
ellos sí lo sabían.
Que venías andando desde el fondo del tiempo
a salvarme la vida.
Porque hablaron los dioses entre ellos.
Dijeron: ya está bien.
Y nos unieron.

DEFINICIONES

La vida es una huida, dijo el ciervo.
Es una caza, dijo el tigre.
Es una red, dijo la araña.
Una trampa mortal, dijo la mosca.
La vida es comer hierba y ser asesinado,
dijeron el cordero y la vaca.
Y el pez mordió el anzuelo.
Y el pájaro voló
lejos,
muy lejos.

EL ODIO

Que no pierda su luz esa estrella.
Que no pierda su estrella la noche.
Que no pierda la noche su rumbo
en el vago rodar de las horas.
Que tu rostro y el mío se encuentren
y que vengan los nunca nacidos.
Que los muertos encuentren
un lugar en los labios del tiempo infinito.
Y que sigan girando tan bellos los astros.
Y que el odio no pueda con todo.

CASTIGO DE AMOR

"Tú sola contra mí te endureciste"
Garcilaso de la Vega

¡Ama! Serás odiado.
Pues ese es el castigo de los dioses
para quien desafía su poder.
¿No ves cómo se dejan aplastar
bajo el peso del tiempo?
Oh, no, tú te levantas desafiante,
porque amas.
Mereces todo el odio.
¿No podías morirte
como todos?

EL HERIDO

Caminó
algunos pasos más y se detuvo.
Le dolía la herida.
Vio su sangre mezclarse con la hierba
y su dolor cortando las alas de los pájaros.
El cielo no era azul y no podía serlo.
Respiró. No llegaba
al fondo de sí mismo.
Le dolía la herida.
No entendía el porqué de los puñales.
El camino era largo.
La muerte estaba cerca.
Pronunciaba su nombre.

EL AUTOR

Dijiste que veías desde arriba,
que te veías a ti mismo
y a mí, que nos oías desde fuera
y desde ahí nos escribías.
Tuve miedo de ser un personaje.
Tuve miedo y me fui porque sabía
que era verdad que nos dictaban,
pero no tú ni yo, sino una mano
cuyo nombre jamás conoceremos.

UN CIERTO NERVIOSISMO

Si fuera una persona tranquila
nunca habría escrito un poema.
No me habría puesto nerviosa con el ruido
y no habría escapado por la nieve de London
ni el río de Mark Twain.
Nunca habría amado a Platero
porque no necesitaría su suavidad.
Si fuera una persona tranquila
estaría hablando de ropa o de fútbol.
Me gustaría mucho la gente.
Y no me gustarían
esos tipos tan raros
que andan por ahí leyendo libros.

DOS NIÑOS

Un niño vino a inaugurar el día.
Un niño vino a inaugurar la noche.
Los dos niños se parecían
como el cielo a sí mismo
desde la luz más clara al dolor más oscuro.
Uno traía una respuesta,
otro traía la pregunta.
Y los dos me escribieron,
publicaron mi sangre,
contaron el secreto.

NO PUEDE SER

Podría ser mi hermano ese hombre que viene tambaleándose
y me pide un cigarro y no le entiendo
porque balbucea, pero finalmente se lo doy
porque podría ser mi hermano, y le doy fuego,
y el mechero se le cae y me dice una frase
rara sobre los médicos y yo
le digo sí, porque podría ser mi hermano.
Pero no puede ser, porque mi hermano
es un niño jugando,
subido a aquella roca
desde la que mirábamos el monte.

SÍNDROME DE CAÍN

Alguien está inquieto dentro de mí.
Como si mi vida fuera suya, como si le hubiera quitado el sitio.
Hijo de un óvulo olvidado,
me mira con rencor y me absorbe la sangre y dice
que acabará conmigo y que sabré lo que es no ser.

¿QUÉ HAY QUE VER?

Todos fueron a ver el bosque de secuoyas.
Estaba en el folleto
turístico, era tan relajante
el contacto con la naturaleza que
se juntaban unos cien coches para ver aquellas secuoyas.
Familias apiñadas gritaban qué bonito,
mañana toca... espera, mira la guía,
a ver qué hay que ver.
Yo iba caminando con mis zapatos viejos cuando presencié el espectáculo de relajación masiva.
Me salí del camino,
me tiré al monte.
Allí sobre la hierba
miré pasar las silenciosas nubes.

HIJO, ERES ESTE NUDO EN LA GARGANTA

Hijo, eres este nudo en la garganta,
esta nostalgia de ser buena persona.
Lo que yo no seré tú fuiste en mí.
Eres el pájaro escondido,
este anidar que me hizo árbol,
el fruto que alimento
y florece en otra boca.
Y al mismo tiempo no vienes de mí,
tú vienes sucediendo desde siempre.
Eres
esta verdad de agua que nos lleva.

A LO LARGO DEL TIEMPO

El que nunca te quiso ya está muerto.
El que te quiere es inmortal.
Todos bailan, y nadie
ha nacido del todo realmente.
El que te hirió traía
su espada ya manchada de otras guerras,
y no es siempre la tuya la sangre que te duele.


1 comentario:

  1. Hola María José, frente a esta tarde de agosto, que nos acerca al obscurecer de la noche, leo tus poemas y desde ellos trasciende tu latir y palpitar de vida. Un abrazo mjc

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