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Begoña Pascual




Estés donde estés, la imaginación, que no es más que una clase de inteligencia, te mejorará la vida.

Atrévete a desear, siempre se podrá hacer algo.

Cuando no tengo sueño, sueño que te tengo

QUEDAS LIBRE

Quedas libre,
libre para hacer y decir a tu antojo,
libre en toda su extensión,
libre con toda tu soledad de libre,
libre con todas tus noches libres,
libre de tenerme que cuidar,
libre de tenerme que besar,
libre de tenerme que escuchar.
Quedas libre
de dormir junto a mí los dos en un ovillo,
libre de aguantar mis besos insaciables,
libre de mis suspiros.
Libre de mis tristezas.
Quedas libre
de mis consejos
de mis ensoñaciones
libre de mis secretos,
libre en toda tu soledad de libre.

SOY LA VIUDA DEL MARINERO

Soy la viuda del marinero,
el de los besos a cientos
y pañuelos de mil colores.
Pero no dejo de ser mar,
un mar profundo y claro,
de agua evaporada y sal.

YO NO SÉ, MI AMOR

Yo no sé, mi amor,
si te quiero o no, créeme,
no sé cuánto me desnudo
ni cuánto te miento,
o me miento,
si es que miento
cuando te digo que te quiero.

MOMENTOS

Vuelvo a ser yo, mi sangre ya es mi sangre, me recupero a pedacitos cada día, siento la liberación de un naufrago que ya ve la costa , he recuperado mi presente, ese estar donde estoy, ese estar a gusto en el territorio reconquistado tras una silenciosa batalla.
Ahora cuando me asomo por una ventana ya puedo mirar con candor todo lo que el paisaje me ofrece, cada detalle, como un pintor ávido de tonos , de formas y de luces. Saco el jugo de todo lo permanente que hay en mí , esa sed de momentos de belleza, de la sensualidad que me ofrece la brisa en la cara cuando abro la ventana , una sensualidad que nace y termina en mí , y que me gusta sentirla toda mía , satisfecha de ser fuente que a nadie debe su caudal.
Me gusta estar dentro de mí , sentir las mareas de emociones que me embargan con tantos gestos anónimos , detalles que observo en la calle cuando ando lenta por las aceras , sonrisas dadoras de vida , en mi casa , en el ascensor , en la oficina , rostros que me dan paz , siempre los hay , miradas redentoras , labios que comunican sin hablar , conmoverme con la poética de lo cotidiano , con la canción que oyes sin ni siquiera elegirla.
El corazón amable y amante del mundo, dispuesto a sentir , río abajo , todo el recorrido , toda piedra,  toda espuma , todo musgo, toda onda en el agua , redonda, temblorosa y efímera.

AMOR A CUENTAGOTAS

A veces no llega a raudales,
viene a dosis ínfimas y espaciadas,
de forma que aunque veneno fueran
no serían del todo mortales.
Este amor a cámara lenta, con paradas,
este dosificador tan preciso,
que te levanta con una leve pluma,
y con otro leve gesto te agacha.
Esta renuncia a la palabra rotunda,
este vuelo rasante de ala recortada,
esta ilusión paciente y sin urgencias
esta vocación de fina y fértil lluvia.
Esta contención de palabras,
de sutiles y encriptados mensajes,
este dar significado a lo intangible,
este arte de crear sin tener mimbres.
Doy fe de que a veces ocurre,
doy fe de que también es hermoso.

EN ESTE PRECISO INSTANTE

En este preciso instante
en el que te estoy acariciando
en medio de la noche,
redacto este poema
para ti, mi amor antiguo
y peleado compañero.
Nada nuevo busco sentir,
me gusta confirmarte,
comprobar que sigue ahí
tu cuerpo balsámico,
que nos sigue gustando
dormir uno dentro de otro,
que el hueco de tu axila
es perfecto para mi cara,
que bordeas mi cintura
al final de la batalla,
mientras se diluyen
los rencores del día ,
y con nuestras manos
firmamos la paz,
sin más testigo
que una sábana .

RECUERDO AQUEL LUGAR

Recuerdo aquel lugar
aquel sofá diminuto
tus ojos de almíbar
los míos de miel
tu boca hospitalaria
la mía mendiga
tus grandes manos temblorosas
tejiendo nudos marineros
entre mis dedos húmedos.
Tú preguntaste algo
y te contesté desnuda de palabras
con un ramo de besos en mi boca
La música se detenía en tus pupilas
y tu silencio y el mío hablaron
sin signos de interrogación.

¡QUÉ DILEMA!

Me arañas
y luego me pones la tirita,
antes me has desinfectado
y puesto pomadita.
¡Qué dilema!

TENGO UN CAMPO DE MINAS

Tengo un campo de minas
bajo mi suelo,
a veces es un nombre,
otras una palabra común,
tan común que cualquiera la nombra,
la pisan y yo aparento indiferencia,
incluso indolencia,
pero me estalla desde adentro,
me mata
y nadie lo nota.

RECUERDO AQUEL LUGAR

Recuerdo aquel lugar
aquel sofá diminuto
tus ojos de almíbar
los míos de miel
tu boca hospitalaria
la mía mendiga
tus grandes manos temblorosas
tejiendo nudos marineros
entre mis dedos húmedos
Tú preguntaste algo
y te contesté desnuda de palabras
con un ramo de besos en mi boca
La música se detenía en tus pupilas
y tu silencio y el mío
hablaron sin signos de interrogación

LA MUERTE Y LA BELLEZA

La muerte se muere contigo
cuando sales de paseo,
te mira embelesada,
anestesias sus saetas,
que quedan mudas y quietas.

NO HE SIDO CAPAZ

Algo me une a ti,
algo que tiene que ver
con lo que no pronuncias,
con tus largos silencios,
con esas huidas hacia adelante
diciendo buscar lo que no buscas.
Algo que tiene que ver
con esa corteza dura
que ni siquiera intentas romper.
Algo oscuro disfrazado de claridad,
algo que te hace empequeñecer
esmaltado en correcta diplomacia.
Pero no he sido capaz
de rasgar tu aparataje,
de perforar esa capa de sensatez
que tanto te separa de la vida.
No he sido capaz de acunarte,
de lustrar ese niño que no te preña,
de poder jugar largas horas
a las canicas y al tirachinas.
No, no he sido capaz
y me alejo con el sabor de la derrota.
No te he visto las tripas,
ni ese corazón de león
que tal vez albergas,
ni te he visto la ternura,
sabiendo que se esconde
entre tu abrigo y tu pecho.
Me rindo
No puedo
No debo
Has elegido al silencio.

SABÍA QUE NO ERA BUENA IDEA

Sabía que no era buena idea
sucumbir a tus labios y a tu pelo,
que no sabría conformarme
con una sola gota de veneno.

EL RIO DE NUESTRA VIDA

Te has incrustado en mí
como el fósil en la roca,
contigo voy
y contigo doy la vuelta
por este río manso y bravo
que es mi vida.
Asciendo y me evaporo,
bajo y me vuelvo agua,
hacemos curvas para sortear los montes
y siempre encontramos una hendidura ,
un camino para caminar juntos ,
plácidos o en catarata,
a veces, turbulentos,
y damos vueltas y vueltas
en remolino enloquecido,
para sedarnos en la llanura
donde hay paz para los besos
y nuestra desnudez se busca
clara y transparente
para fundirse líquida y gozosa
en sábanas de agua
que destellan ondas, luces y colores
mientras un sol grande
nos sonríe desde arriba.

EN ESTE PRECISO INSTANTE…

En este preciso instante
en el que te estoy acariciando
en medio de la noche,
redacto este poema
para ti, mi amor antiguo
y peleado compañero.
Nada nuevo busco sentir,
me gusta confirmarte,
comprobar que sigue ahí
tu cuerpo balsámico,
que nos sigue gustando
dormir uno dentro de otro,
que el hueco de tu axila
es perfecto para mi cara,
que bordeas mi cintura
al final de la batalla,
mientras se diluyen
los rencores del día,
y con nuestras manos
firmamos la paz,
sin más testigo
que una sábana.

COMO A LOS CARAMELOS

Nadie me deja muda como tú,
tan lleno de palabras sedantes
siempre adentro de tu alforja.
Como gotas de lluvia
caen lentas a mi tejado
de tierra porosa y sedienta.
Si no contesto
es porque, como a los caramelos,
les sigo dando vueltas.
Tengo tu sabor en mi boca,
todo el alfabeto de tu corazón
juguetea en tobogán por mi lengua.

TÚ OCULTO TRAS LAS MATAS

Tú oculto tras la matas,
yo detrás de la columna.
Si te miro, colorado disimulas ,
si me miras, miro al infinito.
Así cruzamos los pasillos,
así doblamos las esquinas,
así nos damos los buenos días.

POCO A POCO ME IRÉ DE TI

Poco a poco me iré de ti,
como quien al acariciar,
su mano termina en el aire.
Me iré sin estridencias,
con algodones en los zapatos,
con la sonrisa tenue
de quien no quiere dañar.
Bajaré las escaleras de puntillas,
sin molestar, sin lágrimas,
con todo el dolor congelado,
tapando con mis manos
el vestido y las medias rotas,
como si no pasara nada,
como si no me estuviera
despidiendo de la vida.

LO NUESTRO SIEMPRE SERÁN

Lo nuestro siempre serán
señales de humo,
alfabetos invisibles
para el resto del mundo,
la carta plegada
en un hueco del ladrillo,
la ropa tendida en la cuerda
con sus mensajes cifrados,
la botella flotando en el río,
la carta marcada de la baraja .

A ESTAS ALTURAS DE MI VIDA

A estas alturas de mi vida,
y aún siendo
amante lujuriosa de las palabras,
puedo decir con convencimiento
que son las palabras muy pequeñas
frente a la grandiosidad de los actos.

RECUERDO…

Recuerdo aquel lugar
aquel sofá diminuto
tus ojos de almíbar
los míos de miel
tu boca hospitalaria
la mía mendiga
tus grandes manos temblorosas
trenzando nudos marineros
entre mis dedos húmedos
Tu preguntaste algo
y te contesté desnuda de palabras
con un ramo de besos en mi boca
La música se detenía en tus pupilas
y tu silencio y el mío hablaron
sin signos de interrogación

LLUEVE

Llueve, las gotas son disparos fríos, oblicuos, llenos de desasosiego. El aire viene de abajo a arriba, de los que te levantan las faldas sin remedio.
Estamos todos en casa, pero tengo inquietud, mucha inquietud, como si faltara alguien por quien preocuparse.
Recuerdo también a mi padre, en cuyo torso me cobijé en otros aguaceros, y ahora es todo luz..., pero su torso ya no está.
Suenan los truenos como bombas de aviación y estoy en mi bunker, tapada con una manta aunque no haga frío, con la respiración muy lenta, expectante. Por lo demás, fuera de los truenos, el silencio es sepulcral.
Tan mayor que me he hecho y mi miedo a las tormentas sigue impoluto, como si las décadas hubieran estado de vacaciones y no hubieran servido para nada.
Ya cesó la fuerza de la naturaleza y la calle brilla como si estuviera enamorada de la lluvia.

SIEMPRE ME MATAS

Siempre me matas
sin matarme del todo,
siempre me dejas
una vena atada a tu alma
para que la hemorragia no sea letal
y mi cuerpo se enrosque en su pena
pero reverbere,
siempre,
en primavera.
Siempre me clavas la espina
hasta el punto justo en que no muero,
siempre me das
a un milímetro del corazón.

SABOREO LA PAZ

Saboreo la paz de esta casa mía,
limpia de polvo y paja,
quedó el granero lleno de trigo,
la despensa ordenada
las estanterías renovadas,
las lámparas relucen
después de tanto tiempo apagadas,
las flores recortan su silueta
tras las ventanas,
el piano suena dulce,
la ropa ya limpia y planchada
y huele a bizcocho toda la casa.
En la puerta bolsas ya cerradas
para tirar mañana.
Qué falta hacía una limpieza a esta casa.

NADIE ME DEJA MUDA COMO TÚ

Nadie me deja muda como tú,
tan lleno de palabras sedantes
siempre adentro de tu alforja.
Como gotas de lluvia
caen lentas a mi tejado
de tierra porosa y sedienta
Si no te contesto
es porque como a los caramelos
les sigo dando vueltas.
Tengo tu sabor en mi boca,
todo el alfabeto de tu corazón
juguetea en tobogán por mi lengua.


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