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Sara Castelar

 


Ponte recta, mi vida, si bajas demasiado la cabeza es posible que encuentres la amargura. 
Nadie pisa un corazón que va en el aire.

ALGUNOS FRAGMENTOS  DE POEMAS

Todo lo que el dolor alcanza se hace libre
o necesario
o verso

Como si nada hubiera corrompido la primera palabra
y la sangre corriera, todavía,por la inocencia virgen,
tú hablas del olvido,
de sus guaridas cóncavas.

Vendrás,
cuando agotes la noche
cuando los soldados libres del silencio
luchen por tu hambre y mi pena
vendrás, limpio de años
y se cumplirá la vida sobre todos los techos,
ahí en las líneas del frío,
en la matriz del aire

ESTÁS AL NORTE Y ERES FINAL COMO EL ABISMO

Estás al Norte y eres final como el abismo
o la soledad del huerto,
siempre estuvo aquí esta distancia
para recordarnos tristes
o lejanos, como la palabra <nunca>.
Nada estará tan cerca para arrasar la luz,
asoma de tu lengua este zorzal herido
y resbala desnudo como un ascua de aceite.
Algo se esconde `para nacer de la desolación,
una voz, una muerte nueva

A MI PADRE

Alguien dice corazón y existe
en los labios de otro,
en el animal que aún respira
sobre las cosas olvidadas,
sobre la niñez extinta.
Yo no conozco el curso de este frío
silencioso que se instala en mi pecho,
pero conozco el templo del ruido
que construye la aurora
en las manos gastadas de mi padre,
entre el hierro y la vida.

Qué incierto mi corazón
entre sus manos ciertas.

ELOGIO A LA MENTIRA
.
Ella se traga las palabras, una a una,
hasta que se le abulta el vientre,
piensa en esas cosas que nunca tienen fecha
en la verdad que gime detrás de las paredes
y esconde la mirada tras un velo de azufre.
Entonces vuelven peces que hacen nidos,
un mar que se atraganta en el desierto,
nacen pájaros sordos que hablan de la música,
aviones de nieve que perforan la noche
y luces de algún faro que alumbra cementerios.
Extiende su desnudez impura
para exponer la espalda al latigazo,
al puñal,
y se agranda, fluye,
crisálida latiendo debajo de los párpados,
amada del acero.
Ella sabe del sol y finge estar dormida,
es más hermosa cuando calla detrás de los alambres,
bello animal que escucha
y se enamora
y lleva sobre el lomo la marca del esclavo,
su abnegada gracia.
Los trenes se detienen en los pasos de cebra,
toda la lluvia junta tan sólo llena un vaso,
y Ana Karenina ha vuelto a suicidarse
por enésima vez.
Bienaventurados los que creen en las casualidades
porque ellos heredarán la tierra.

SIN TÍTULO

Vuelve tu aire a mí, vuelve desnudo,
vuelve este consuelo de la sangre
y el despertar del día
en las venas exhaustas.
Lo terrible es el antes,
antes de no ser,
antes del trino acuoso de los partos,
antes de ti y de las lágrimas,
antes del miedo, el antes sin tu nombre.
Vuelve tu aire a mí
y me sostiene.

SOBRE LA ESCLAVITUD DEL HIERRO

Sobre la esclavitud del hierro
escribo la memoria,
la fortuna errática del pájaro
la medalla furiosa de mis ojos.
He parido entre soles
he lamido la costra del amor
he soñado la ausencia y la locura
he amasado el pan sin esperanza
he cargado la edad, la arruga
con su interminable bosque.
He sido una mujer
dejadme ahora el animal
atravesarme el alma.

SIETE AÑOS POR UN ESPEJO ROTO, SU MISERIA

Siete años por un espejo roto, su miseria,
la liturgia borrosa del azar, siete años
sin lengua, sin el caos amable del silencio,
siete años cubriendo de amapolas
las pestañas para volver al instante
de amanecer idéntica a la primera herida.
Siete años por un espejo roto
¿pero cuántos años cuando se rompe
el espejismo?

SE ESCUCHA UN NUEVO CANTO Y EL GERMEN DE UNA LÁGRIMA

Se escucha un nuevo canto y el germen de una lágrima,
desde la memoria acuden los durmientes
cubiertos con su noche. Amo este rumor de árbol
y el espacio que roza la ternura enroscada en el alma.
Lo nuestro es permanecer,
lograr el horizonte apenas estrenado
y acurrucarlo.

DE QUE AÚN ESTÁS VIVO

De que aún estás vivo
ha dado fe la noche,
el latido que el reloj falsea
en el que te descuento a medias con los años.
El trazo de la sombra que te escribe
y se descuelga
por el embudo de la herida .
La única certeza,
que no hay dolor más largo
que enfermar de uno mismo.

DESPIERTAS, Y LA LUZ

Despiertas, y la luz
es una niña blanca que te escribe
cartas de amor y precipicio.
Tú cruzarás su pecho y sus manos de nieve,
ella cosecha el fuego y la palabra tierra
y ya no tiene miedo,
la noche hace un ovillo con los huesos que ama.

EL VUELO DE LAS GRAJAS

Una lengua forjada en la negra altura
en lo corporal del aire y su movimiento ejecutor
del destino, apenas una sombra
y el vuelo de las grajas
y tu corazón
y el vuelo de las grajas
y mi corazón
y el corazón del guardián de los burros
que al igual que Lihn, se muere por su cuenta
una lengua que se entrega a su noche
y una fe que duerme detrás de mis ojos.

HUMO

(Aquí estoy yo autoproclamándome campeona... sigo sin fumar, aunque tenga el pensamiento lleno de nubes nicotinosas...)

sonrío, la locura me presta sus juguetes,
nadie bebe conmigo mientras mi risa
cae
a esta hora sin lengua,
la miro,
es hermosa la niña que se intuye en el humo,
aumenta el aire en su color sonámbulo,
rige sobre las cosas y las ama,
yo también las amo,
es más fácil amarlas si van a abandonarte
aspiro su contorsión de nube
su filigrana impúdica:
respiración-precipicio
un gigante inquieto de brazos aromáticos,
el tabaco viviendo para mí,
como los animales dóciles,
como el fusil
o el arsénico
no estoy enferma,
sólo acostumbro a dar algunas flores
a la tumba verde
que me crece por dentro

AQUÍ SANGRAN LOS HIMNOS AL AMANECER

Aquí sangran los himnos al amanecer
y a nadie pertenecen las banderas;
alguien escucha,
alguien nombra,
alguien vuelve
y salpica de fe las casas de la noche.
Alguien se parece a la esperanza
y a nosotros.

ELLA ERA TAN LARGA COMO UN RÍO

Ella era tan larga como un río
que ha perdido su nombre,
él era un camino sin arcén
en el que transitaban las preguntas.
Eran los pasajeros del asombro,
los transeúntes de una ciudad fundida
con la ternura de los huesos.
Tenían tanto frío y tanta lealtad
que construyeron un hogar entre las manos
para que el invierno los encuentre.
No hay lugar más libre que el valor
de inventarse las huellas de los pájaros.

ESTA LEVE LUZ EN LA CARICIA

Esta leve luz en la caricia,
esta soledad borrosa ha venido a quedarse,
ha forjado los nombres y el silencio,
ha hundido su clavo diminuto en el corazón de mi esperanza.
La ausencia es un martillo enfermo que perece en los ojos,
aún golpea mi corazón extraño; dentro la alegría,
tu voz,
el límite.

PALABRAS SIN AZAR


“…enmudece en su queja el mirlo,

y blandas flautas del otoño
callan entre los juncos.”
Georg Trakl

Palabras sin azar, el ser penetra el hueco de la voz
donde el agua herida desconoce su cauce.
Hilos que se fracturan y el corazón sonoro,
como el beso, como una flauta herida
en la intemperie del mundo.
Palabras sin azar, garganta,
esta soledad
y el corazón tendido sobre las rocas tristes.
Palabras sin azar, acaso un mirlo que alguna vez voló
sobre su propia sombra.



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