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Oli Olivia Reyes


 

SIN TÍTULO

llegaste
breve
deslumbrante
gota de luz en la roca
partiste
repentino
agonizante
vahído de marea doliente
llegaste
partiste
no supe cuándo

me dueles (todavía)
no sabes cuanto.


SIN TÍTULO

El viento arranca las últimas hojas que el invierno planta en la memoria. El sabor del olvido empieza a sentirse en mi boca. Ya no sonríen en mis labios tus besos. No me faltan tus ojos para conciliar el sueño.

Memorias opacas. Recuerdos amarillentos. Palabras gastadas. Lejana nostalgia que precisa acercar la lluvia. Pétalos de silencio coronan la puerta del fuego. Tácito, llega el olvido.

SIN TÍTULO

Si la poesía duerme
silencio, silencio,
camina de puntillas.
Las únicas palabras respetables
vendrán cuando la lluvia
siembre de flores el desierto.

SIN SALVACIÓN

Miento,
digo que aun
me puedo salvar de ti.
Sé que eres
un collar de insomnios
abriéndome el pecho,
llanto de oro iluminando mis ojos
lluvia de pétalos perfumando mi sonrisa
El amor
del que ya no existe salvación.

POEMA DE LA VEJEZ

El tiempo se hace viejo
camina sin prisa,
se detiene en las aceras,
abre puertas y ventanas
para esperar la muerte.
A media mañana
se sienta en su mecedora,
se balancea despacio.
Los vacíos de la memoria
echan un vistazo a las piedras,
colores desgastados
llenan la movilidad del viento
y aunque sus ojos cansados
no ven más allá de la cerca,
el horizonte completo
se derrama en su mirada.
manos arrugadas
alisan compulsivamente su falda,
de sus labios finos, colibríes buscan la flor
donde plantar la vida
y tejiendo sus cabellos
el tiempo espera la blanca noche.

EN ÉL

Ella acomodo su cuerpo desnudo junto a él, buscó el hueco de su costado, la tibieza de su piel, la ternura de sus manos descansando en su espalda. Era ahí, en la bondad de sus gestos, en la caricia de su mirada, en su abrazo protector. Ahí, donde los silencios no pesan, donde la voz es bálsamo sobre heridas. Ahí, el único lugar para ser ella en libertad y abandonarse sin miedo al amor.
Ahí era su hogar, su refugio, no hay otro lugar donde ella pertenezca, no hay otro lugar donde el fuego no se extinga, no hay otro lugar donde lo efímero pueda renacer cada día. Era ahí, donde se sabía segura, reconfortada, a salvo de la vida y sin miedo a la muerte.
<No sé si fue Eva fue sacada de la costilla de Adán>- pensó ella,- Pero yo me reconozco aquí, parte y esencia de esta carne, luz y aliento con esta alma. Es aquí donde pertenezco; mujer nacida de este hombre, nacida de su ser y en su ser quiero morir.

ADVERTENCIA

Te advertí que no me amaras
que mi corazón estaba enfermo
infectado de melancolía
te advertí no buscaras en mis ojos
la melodía del viento
no puedo mirarte como me miras
no hay luz donde reflejar los tuyos
en mis ojos solo asoma el silencio de una sombra
que lo seca todo
te advertí que tu alegría
se perdería entre mis ruinas
la tristeza tiene muchas huellas
va por muchos caminos
y en todos tropezarás con ella
hedionda, ruin, devorando mi nombre
te lo advertí
yo jamás dejaré de ser esa niña asustada
cobarde y temerosa
viviendo en la trastienda de la vida.

SIN TÍTULO

Y si tú,
fueras algo más que letras...
Y si yo,
algo mas que poesía...
Te has preguntado…
¿qué pasaría?

INSOMNIO.

Por la noche, a veces de madrugada
las miradas de viejas tristezas abren los ojos
y entonces, suavecito les hablo al oído
procuro no alterar los pájaros que dormitan en la luna,
procuro no despertar el sabor dulce- amargo
de frágiles augurios
no quiero que los sueños, inquilinos de poemas negros
despierten aleteando en el efímero sabor de un fruto dulce
suspiros de arena con esporas de ternura salada
roban el aire puro y fresco de la noche
procuro domesticar a la fiera que en mi carne clava uñas,
suelo conseguirlo …
si en silencio dejo que el viento bese
los estanques cristalinos de mis ojos.

SIN TÍTULO

El infinito no es igual de infinito en todas partes. Pero en sus labios, si.

1 comentario:

  1. Se siente un aroma de poesía entre los versos de Olivia. Su íntimo romance con las letras es una comunión de Alma y vida, tierna y evidente. Felicidades.
    JrA.

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