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Manuela Bodas







¿QUEDA VIDA EN EL MEDITERRÁNEO?

Casa, pan, rosa, camino. / Paz, ventana, trigo, camino. /Huella, mesa, cajón, camino. / Libro, risa, camino del camino. / Manta, cuchara, arroz, camino. / Calle, ritmo, ala, silla, camino. / Leche, cama, árbol, camino. / Brisa, agua, camino sobre el camino. / Ruido, sol, ternura, camino. / Río, lluvia, frío, camino. / Latido, dolor, camino. / Lágrima, sal, camino para el camino. / Grito, vena, no pan, camino. / Llanto, yo, tu, nosotros, camino. / Piel, vosotros, ellos, él, camino. / Rostro, rastro, camino sin camino. / Verso, voto, no paz, camino. / Pólvora, vino, entraña, camino. / Nombre, estrella, luz, camino. / Madre, destino, camino sobre camino. / Gusano, chimpancé, camino. / Piedra, nube, muro, camino. / Ave, uña, pez, camino. / Ocaso, arena, camino tras camino, / todos llegamos a la nada. / ¿Entonces para qué respira, / el hombre fronteras?
Da pavor ver las imágenes o escuchar el número de muertos que cada día acoge el Mediterráneo. Ese mar, ya no es el Nostrum, es el de ellos, el de los que han dejado sus huellas entre los arrecifes. Ese mare les pertenece, su fondo es ya una alfombra de sangre inerte. Es un moridero, una mortaja que cubre los corazones desesperados de todos los que se han visto obligados a dejar sus casas, sus países, sus días, sus recuerdos, huyendo de la muerte. Y… huyendo de la muerte, se la han encontrado líquida y fría, como una sibila expectante que les ha abierto su manto de oscuridad y los ha impronunciado para siempre.
En este mar han quedado las risas de los hijos, las manos de las madres, el llanto de los padres. En él se han ahogado los secretos, los recuerdos, los planes, los besos, las ganas. En él se han cerrado todos los caminos, se ha convertido en cementerio.
Mordida existencial: Vaya un buen mordisco de empatía para Charo Acera, Carmen Busmayor, Azarías DLeyre, Charo de la Fuente, Juanmaría G. Campal, Juan M. Martínez Valdueza, Inocencia Montes, Marta Muñiz Rueda, Felipe J. Piñeiro y Ana del Río que el pasado 27 de enero, dieron un hermoso recital poético en el Palacio del Conde Luna del Ayuntamiento de León, invitados por la Plataforma de Ayuda a los Refugiados de León. De ahí surgió la idea de recopilar los poemas leídos en un libro y donar todo lo que se recaudara de su venta a dicha plataforma. “Poemas por vidas” es el nombre del poemario. Si aún no lo tienes, cómpralo, te deleitarás con su lectura y además estarás aportando tu granito de arena para una causa humanitaria.

¿OCUPAN ESPACIO LOS POEMAS?


“Pido perdón por el espacio
que ocupan mis poemas”. (José Manuel Feito)

Sobre el horizonte azul,
donde reposan los vientos del sur,
las siluetas de los árboles,
forman una bella urdimbre de color.
Es una tarde cualquiera,
la visión se hace ligera, volátil,
la calma me protege,
respiro consciente, estoy en mi.
Estoy en el espacio que ocupan
los átomos que me han traído
hasta aquí, hasta mi.
La calma me procura un deleite,
que aún estando en mi,
intenta dejarme en la nada,
donde descansará todo pensamiento.
Entonces los versos de José Manuel Feito,
llegan vibrando, como vientos del sur,
instalándose en la urdimbre verde.
Pido perdón por el espacio
que ocupan mis poemas.
Los versos no ocupan espacio,
son soplos de viento que mecen
a las palabras. Son alas que unen
las rutinas con los dioses del infinito.
Los versos llegan cuando la duda acecha,
como bálsamo de todo lo no hallado.
En esta tarde cualquiera,
en la que la calma me protege,
los versos de J. M. Feito,
lejos de ocupar espacios,
me han devuelto vida.

ARENA

Ni un ápice
de semilla en la tierra.
El desierto ha desecado
la sangre de los ríos.
El desierto
ha llenado de arena,
todas, toditas las cabezas

EL LUGAR DE NACIMIENTO

(Aquí os dejo, hoy este poema que se me ocurrió mientras desayunaba en la cocina, y me di cuenta de las diferencias que hay entre unos y otros solamente por nacer en una época, en un área distinta del planeta, y como no, también por ser de un género que termina en A)

Amanece en las manos vacías de Ghada.
Amanece en las manos llenas de Manuela.
Sólo una frontera: el lugar de nacimiento.
El destino jugando a ser dios.
A ella le ha dado dolor,
a mí horas con alimento,
con calor, con compañía,
horas con sabor a vida.
Ella sin casa, sin nadie,
sin saber quién será mañana.
Quizás vendiendo su cuerpo por comida,
sin pensar más allá del instante presente.
Y heme a mí aquí,
dilucidando con mi armario,
qué me apetece ponerme hoy
para salir a la calle.
Ghada lejos de su tierra,
obligada a recorrer la tristeza al cubo.
Manuela en su pueblo,
digiriendo los rigores del bienestar.
Nacer en puntos distintos,
de la piel de este planeta,
puede convertirse en tragedia,
en diáspora, en desigualdad,
en frío camino sin estrellas.
Ghada camina hacia la oscura
cueva de la tragedia.
Manuela no conoce la miseria,
ni la hambruna, ni el roce constante
de la muerte en su piel.
Y... solo nos distingue,
el lugar de nacimiento.

ALMA DE AGUA

Hoy os dejo un poema que está publicado en el libro "Sueros de Cepeda: lugar entre dos aguas" de Versos a Oliegos 2015. Está dedicada a todos los que tuvieron que abandonar su pueblo, Oliegos, para que lo cubriera el pantano de Villameca.

Un mar de agrias espumas
cubre mi corazón.
Las manos se me han convertido
en raíces. Los dedos clavados en el lodo,
chapotean hasta el centro de la tierra.
Sigo aquí, esperando una luna de agua
que me convierta en lluvia dulce.
Sigo inmersa entre las olas profundas
de los sueños que quedaron sin soñar.
No puedo cerrar los ojos,
se me llenaron de cristales,
hace tantos fríos...
Estoy aquí, sigo aquí,
soy el alma de las cosas
que quedaron para siempre
sin el regazo de las manos
que se tuvieron que ir.
Sigo persiguiendo horas
a la muerte de los proyectos
enterrados en este confín,
en este pozo lleno de adeene
convertido en fósil.
Estoy aquí, sigo aquí,
ciega de caricias,
cubierta de encuentros fallidos,
yacente en las habitaciones
en las que se pudrió el recuerdo.
Estoy aquí, sigo aquí,
soy el alma de las cosas
que quedaron convertidas
en esqueletos, sin la pócima
de los días conquistados a la vida.

LA PLAGA

Es una reflexión-poema de este día lunes 8 de febrero de 2016 del siglo XXI.

Una plaga de mariposas
con piernas y escamas
surca el océano.
Su vida es un sueño de muerte.
Su muerte un sueño de todos.
Una plaga de mariposas
con piernas y escamas,
a la que pertenezco
por herencia y conciencia,
muere cada día en el océano,
y yo ajena a la seguridad
de que mis miembros serán de plancton
en cualquier sueño venidero.



SEDÚCEME CON TUS IRIS DE TIERRA

En la introducción a “Versos encendidos”, de Nuria Antón Airún.

Sedúceme con tus iris de tierra.
Y se abrió la rosa de tu sonrisa,
aleteando sobre el césped de un caminito nuevo.
Una vereda de amistad, por donde discurren:
entendimientos, alivios, surcos compartidos.
Compartidos en una ruta de  letras,
que guarda todos los secretos.
Y guarda también la vena lírica,
que recorre el mundo,
que cuelga de todos los firmamentos,
que responde al grito infinito del ser,
al eco eterno del rito último,
al más pequeño pétalo,
que duerme el sueño profundo,
del continuo trasiego de cada átomo,
del continuo hálito de cada movimiento.

I N S I G N I F I C A N C I A

Nieve, agua, vapor que fluye en el silencio.
El silencio es vapor que humedece las palabras.
Las palabras, seguirán existiendo en la madeja
de los días, cuando ya no esté mi boca habitada.
Escribir, existir, pensar, tanto trajín
“Tanto nadar para llegar a la orilla”,
como dice mi vecina de enfrente.
Tanto nadar, tanto querer ser, tanto significarse,
sin darme cuenta de que:
soy más lo que no soy, que lo que soy.
Una vuelta, otra, días colándose en las vísceras,
sigo tejiendo el jersey de la rutina con ahínco,
sin darme cuenta de la insignificancia de querer ser.
Quiero ser alta, alta de miras, y sin gafas no veo nada.
Quiero ser inteligente, pero aún no he nacido lo suficiente.
Ser para ser. Llegar a la meta sin interrumpir
la respiración de los otros. Ser para ser y sentir
que has tejido un jersey a medida, con las vueltas justas,
sin esperar la conmoción de los otros,
porque eres pequeña, ínfima, insignificante,
y cuanto antes te vistas de insignificancia,
antes llegarás a la calma. Antes podrás descansar,
y dejar que tus vísceras descansen
y se acoplen en el latir eterno del universo.


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